Organizaciones para el Buen Vivir / Vivir Bien
Vivir en armonía y equilibrio consigo mismo, con el prójimo, la comunidad, la sociedad, la organización, el estado y la naturaleza es una concepción o ideal pocas veces alcanzable por la velocidad con que el mundo avanza, considerando que, en la actualidad los sistemas económicos mundiales están enfocados para servir a las cosas y no a las personas, el desarrollo hace énfasis en el capital económico y no en un capital humano y cultural, dado que, ningún interés económico debiera estar por sobre la vida (Max-Neef, 2011), sin embargo.
La propuesta que CIF plantea busca brindar a las organizaciones romper con ese paradigma y hacer énfasis en sistemas humanistas, basado en las personas y no en las cosas, donde se logre despertar la creatividad y consolidar el compromiso al servicio de la vida para no convertirnos en meros aplicadores de procedimientos y recetas caducas que convierte a los seres humanos en máquinas repetidoras de procesos y más procesos. A casusa de ello, es el momento en el que el mundo precisa cambios profundos, radicales donde es necesario enfocarse en el bienestar de las personas, en un sentido ampliado a sus afectividades, creencias, maneras de vivir distintas, valorando la diversidad cultural, cosmovisiones y racionalidades alternativas.
Es así que, CIF propone acompañar a las organizaciones en fortalecer los equipos de trabajo con el fin de establecer una existencia pacífica que genere relaciones de equilibrio y respeto con la vida entera, donde se despierte la participación activa, crítica y creativa de todos los colaboradores de la organización, los invitamos a imaginar horizontes donde el componente estético humano sea determinante en la armonización de la existencia. Proveemos de generosas posibilidades reflexivas, surgidas de las experiencias alternativas de la vida y relacionamiento a construir y consolidar los saberes de la organización.
Lo anterior, se lleva a cabo cuando logramos reconocer e involucrar las prácticas cotidianas constantes que se desarrollar según capacidad y dimensión de los equipos de trabajo, así como identificar cuatro tipos de referentes de progreso de saberes colectivos en la organización como son conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones necesarios para una adecuada preparación hacia las acciones, metas y visión intencionadas propuestas por la organización.
Lo anterior da lugar al reconocimiento de la otra, del otro, tematizando aspectos de construcción de trato digno, desde una perspectiva incluyente de las múltiples diversidades y asumiendo el conflicto como condición de convivencia humana en el cual se han de construir los liderazgos transformadores de los equipos de trabajo.
El acompañamiento se plantea a partir de reconocer las sensibilidades hacia las situaciones que afectan la cotidianidad de los equipos de trabajo, para luego profundizar y reflexionar sobre las mismas con miras a plantear acciones transformadoras en sus entornos que hagan visible la construcción de las situaciones que dieron lugar. Los reconocimientos de dichas situaciones se reflexionan, se sistematizan con el fin de convertirlas en un potencial de saberes y buenas practicas, esto supone educar para la acción organizada, concertada y evaluada con los actores sociales implicados desde tres dimensiones: individual, colectiva y sistémica.
Llevar a cabo esta propuesta permite una manera de aproximarse a la realidad, de apropiarla, y de soñar, diseñar y realizar transformaciones sistémicas, concretas, que producen aprendizajes vivenciales con una perspectiva secuencial y acumulativa de conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones necesarias para llevar adelante los objetivos y metas de la organización. Permite establecer una vida plena que solamente se la puede conseguir en la aceptación de un principio de equilibrio, lo cual implica un respeto recíproco entre los seres humanos y una conciencia del cuidado que debe dar prioridad a la Naturaleza ya que la vida humana no puede pervivir sin la Naturaleza.